viernes, 17 de agosto de 2007

Lo que queda


De a poco me he dado cuenta que estos días se han hecho bastante largos, y tal vez hubiera sido más a no ser por el feriado miércoles pasado. "I shut be dancing with you", tal vez debería bailar, una vez estaba tan feliz que puse un disco de Siouxsie y comencé a saltar o bailar, o bailar y saltar por toda mi seudo pieza. Fué lo máximo. Creo que esto es lo que va quedando de algo que necesito pero que me juega en contra, ser sincera, o ni tanto, es el hecho de decir las cosas. (mis manos a veces son suaves, tal vez podríamos compartirlas). Esto simplemente está tan desordenado, y la forma de revertirlo me aburre. No sé que es lo que se necesita para ser una persona decente, o al menos normal, y no es que me crea super-amorfa, ni rara, ni freak. Al final tengo dos ojos (aún no descubro otro), una nariz, una boca, un útero, dos trompas de falopio, dos manos, dos piernas, dos brazos, una cabeza, osea, en conclusión soy un número primo, divisible por mí y por uno. Cuático. No quiero tener isapre, ni afp, ni ninguna de esas cosas, no quiero pagar por tener hijos, no quiero morir muy vieja. Lo que sí quiero es tener una gran muralla para escribir las mierda que quiero, un gran pico pal que lee bien flaite. Me gustaría cerrar etapas, y cerrar la boca también, parece que a veces hablo mucho, y me gustaría también econtrar (parece que ya lo encontré) a alguien que entienda por qué me dolió tanto que Jorge Díaz muriera, sin ánimos de ofender. Me gustaría volver a jugar a la guerra de barro, o de ciruelas, por lo menos duelen menos que las de la tv. Ahora decidí que hay temas que prefiero no volver a tocar hasta que se concreten, debido a que sospecho que el receptor de mis cuentos se aburre. "She was a bad, bad girl" yo no soy mala, o ni tanto, no, en realidad no soy mala. Me pinto de conejo, tengo sábanas de monitos, ¿Quién podría ser mala en esas condiciones? Tal vez sólo yo. Tengo manos pequeñas y pies con uñas rojas, tengo los hombros suaves, y el olor de tí en mi ropa. Hay que calmarse algunas veces, yo en algunas ocasiones ando muy agresiva, con ganas de matar a alguien, y no quiero culpar a nadie, pero esta ciudad de mierda pone a la gente así, o tal vez nos predisponemos a estar así, aquí en Santiago. Tal vez si viviera en una montaña, o una cueva, las cosas serían distintas. A veces me dan ganas de volver a esos lugares donde no había padres, sólo existía el olor a eucalipto y el baño terrorífico al que no me atrevía a entrar cuando el sol se escondía, y los jueguitos, y las carpas, y los disfraces, las caminatas largas. Hay tantas cosas que tengo que aprender, lugares que tengo que visitar, gente que debo conocer, libros que tengo que leer, ideas que tengo que plasmar, tantos días que me tengo que bañar, tantos lunares por unir, tantos días que contar, llevo más de 25.000 días viva, saca la cuenta. Sabes, si hicieras un caminito de piedras muy pequeñas, casi imperceptibles hacia tí, creo que igual te encontraría algún día. Y no soy tierna, ni suave, ni blanda. Soy tosca, gritona y fea, ¿Y qué tanto? Si no te gusta, chaito pescaito, esto no es a la carta. Soy tan odiosa y llorona, ni yo me soporto, me doy rabia, grrrr! Muere camila muere! Existen tantos colores hermosos en el mundo, quisiera tenerlos en el cuerpo. Nunca se me olvidó como subir a los árboles, puta que era feliz arriba de ellos, siempre intentaba buscarme mi lugar en alguna rama, y me dolía tanto cuando los veía rayados, cuando les faltaban brazos. Es lo mismo que me pasa con los elefantes, me da pena ir al zoológico y verlos con esos ojitos tan tristes, tan hermosos. Quisiera dormir en la espalda de un elefante. Tengo ganas de abrazarte. Quiero sentir que pertenesco, no sé a qué, pero que pertenesco, no quiero vivir errante de mundo en mundo, escuchando música, siempre tirada en el suelo. Mi profe me dijo que yo era una niña-trapero, y bueno a ella qué le importa también si me gusta limpiar el piso o no. Siento que hay cosas buenas dentro de mí para entregar, ¿Qué son y dónde estan? No tengo idea, pero sé que existen, y me apena no proyectar eso, y no sé que se supone que debo hacer. Cuando era chica me brillaban los ojos, y tú te podías ver en ellos. Ahora ya no hay mas ojos, sólo quedan estereotipos que no se sienten ni se preguntan, ojos plageados, manos recortadas, caras prestadas, un cuerpo dibujado que reclama color.

1 comentario:

pancakes dijo...

camii! me gusta tanto lo que escribes, eso de que puedas describir tan bien las situaciones,sensaciones,texturas,y atmosferas, encuentro que es una cualidad demasiado extraordinaria, y que no muchos la tienen.
recibiste mi mail?
me gustariaa mucho asi encerio verte, si puedes responde, o si no por ultimo a travez de mensajee bloggisticos,
el mio es super nuevito,(de hecho nadie lo conoce )asi que shhhh!
jajaja,muchoss besitosss.
veamossnooss cuidatee
y te quierooo!