lunes, 20 de febrero de 2017

Humedad ambiental




Suenan y suenan los insectos esta noche,
todas las chicharras, grillos y ranas de este mundo.
La oscuridad es nuestra tierra
y la luz de la luna todo lo recorta,
lo amplía, 
la sensación es completa. 

Aquí mueren las ranas aplastadas 
en los días de tormenta,
ranas y lobos de mar que vomita el agua
que vomita la tierra,
para decirnos un mensaje de paz,
la que está en la muerte y es en nosotros.

Hoy la ausencia de la fórmula clásica,
reemplazada por una calma tan grande que me habita,
me hace experimentar este círculo abierto
en donde no existen las técnicas de anclaje,
ni maniobras de resucitación. 

Voy caminando hacia el mar,
el bosque, el viento y el cielo vienen conmigo,
se sobreponen unos a otros, como hologramas, y brillan,
los sonidos se mezclan,
vibra todo como electricidad.
Pasan las nubes, unas mas blancas,
otras con tormenta y todas bailan siempre,
todas juntas... Me traspasan y yo tirito.

Hoy no tengo tristeza, tampoco tengo alegría
es la amplitud que me acoge en su apertura,
carente de lenguaje programado estéril.