jueves, 13 de septiembre de 2007

Nada


Intenté desenterrarme a mí misma desde el fondo de la tierra, pero ésta estuvo firme mucho tiempo. El problema está en que justo cuando no quería mi madre me desenterró muy pronto, yo aún no estaba lista, no quería nacer. La noche me tocaba los pies, estaba tan baja, y yo tan arriba de lo que tenía que estar. Mis raíces de a poco se destruyeron, el cobijo de mi niñez lo recuerdo como un estoy soñando despierta que a ratos me duele. "No me sueltes tierra mía" le dije, pero creo que no me escuchó. Y todos me escupieron de sus bocas por intentar ser tibia. Hoy ya no soy nada, ya no existe la conciencia del cabello que se mueve en mi cabeza, no tengo mas frío ni calor.


...Hay que enterrarla, traerla hacia tu carne, deslizarla sobre tu piel, y sangrar...

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