domingo, 13 de mayo de 2007

Caigo Despierta


El revoloteo del vientre me seduce a intentarlo una vez más. Intentas callar al mundo, para poder oír la música que hay en tu cabeza. como un acto repetitivo termino todo antes de que empieze. Las caras proyectadas en la pared se comen mis gritos de animal furioso. Los colores se deshacen en las manos, como agua caen desde los árboles, tiñendo la ciudad en color vivo. El delirio colectivo deja aturdidos los oídos de los enamorados. Y ya no son dos ojos, son tres y cuatro, y cinco bocas, y nos hacemos adictos al sabor de la piel, ya no existen formas extrañas, todo es nuevo y hermoso. Como hojas caemos de las copas, y los alientos profusos hacen desmayar las miradas de los ocultos, y todo es agitado, todo se mueve muy rápido. Y nos llenamos de sabores, y de aromas buenos. Quisiera poder volver a sentir.

1 comentario:

aerodinámico dijo...

para volver a sentir hay que patear en el culo a nietzsche y breton...yo estoy en eso..y a veces un sabor y un color me recuerdan que aún tengo sentidos