sábado, 5 de mayo de 2007

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Un grito y una mirada, desesperados desde el papel. Imágenes intervenidas con el color de los sueños, rápidas, fugaces, mortales. La primavera de la juventud se me va de las manos, y como agua escurre entre mis pies, ese caprichoso deseo inconfesado. Estoy chocando con algo que no puedo ver. Estoy luchando contra algo que me cuesta sentir. El olor a pasto mojado renueva mis esperanzas efervecentes, pero sólo por un par de nanosegundos. Algunas lágrimas perdidas se escapan otra vez por entre mis ojos, luego de tanto, y que yo estuve ahí, yo escuché, yo ví, pero todo en tiempo pasado, que es igual al presente en este mismo momento. El cielo se desangra en color desde ese 13 de marzo.

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