domingo, 30 de noviembre de 2014

Carta de amor

Lila: 

Casualmente ocupaba mucho este cuaderno hace cuatro años, cuando te conocí y me pareces muy distinta a la de entonces. Tal vez porque nos conocimos de manera idealista o porque, en realidad, cuatro años son suficiente para que una niña deje de ser una niña.
Esta es la primera vez que lees mi letra desde que nos conocemos, algo nada de extraño en las relaciones que establecen las personas en el siglo veintiuno. Estas cosas me deprimen profundamente y contigo mucho más.
Muchas veces quiero que nuestra comunicación pueda separar la frialdad de una pantalla y este es mi mejor intento. 
Yo quisiera sentir que realmente me extrañas, pero no puedo, tal vez ni siquiera tu puedas sentir que me extrañas, después de todo ¿Cómo se puede extrañar a alguien con quien se tiene poco o nada?
Yo sé que tu debes sentir, lo sé por las canciones que te gustan, las fotos que te gustan, por cómo hablas de las cosas que te gustan, pero en estos tiempos carentes de emociones, el abrazo que no me has dado me bastaría.
No quería quedarme con estas cosas calladas, espero que lo entiendas.
Muchas veces he imaginado momentos que podríamos compartir juntos: un paseo al campo cuando el sol aún esta tibio, ver una película a oscuras en un cine antiguo, pero creo que no imaginamos las mismas cosas.
Yo sólo quería que dibujáramos un paisaje en el que nadie más pudiera pasearse. Así como tú o yo dibujamos otros paisajes con las personas que queremos.

Estas palabras son más que una pataleta de un niño que sintió mas cosas de las que debía sentir después de una noche de baile. La confusión, la oscuridad y el silencio hicieron caer en mí esta atmósfera tan pesada.

Que las palabras y las sensaciones sean siempre el camino entre nosotros.

Yo siempre estaré aquí,
Paz.


A.

No hay comentarios: