jueves, 25 de febrero de 2010

sin sentencias


Separados por la configuración del mapa plástico nos vamos alejando, cada vez más, sin tener reales razones para guardarnos en los recuerdos. No te conosco, no te extraño, no te necesito, la distancia espacial es mucho mas grande en tu cabeza, y cada vez más tú te encierras en tus grandes jardines, donde la gente huele bien, y toma buen café.
Te veo pasar a través de los vidrios en la micro, cuando voy a tus sectores, y no sé cuál es la parte de tí que me perdí, que nunca entendí, a la que nunca perteneceré. No logro entender cuál es la seguridad falsificada a la que te aferras, el no querer mirar ni escuchar, ese angustiosa necesidad de escapar, en todos los sentidos, a tus propios sentidos también, y cerrar tu puerta a todo lo ajeno, a todo eso lejano, poco vistoso, de colores tristes, de diversión sincera.
Antes te miraba y me hacías creer, o yo me hacía creer que estaba equivocada, perdida, que no me habían entregado lo que se debía. Ahora comprendo lo diferente de nuestras realidades, y no veo el por qué de avergonzarse.
Tantas palabras, tanto lenguaje existente para marcar tantas diferencias, para crear en nuestras cabezas más odio y mas ignorancia, y yo aquí, sin nadie que me hablé de la primavera, sólo sola, a la vuelta de la página.

1 comentario:

Arrière Pensée dijo...

wao .. al pasar de linea en linea, es dificil evitar que la piel se te erice que buen escrito.